El área de Terapia Ocupacional de Centro Lescer participó en la XVII Reunión anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN) con una intervención en el área de neurología general que llevaba el título Relación del tratamiento basado en experiencias sensoriales con los cambios en el desarrollo de algunas actividades en pacientes con ictus.
El fin del ensayo clínico, presentado por Clara Gómez-Elvira García, Terapeuta Ocupacional del centro y directora de la investigación, era demostrar como aquellos pacientes que mejoran su esquema corporal y sus capacidades senso-perceptivas, mejoran su independencia en algunas actividades de la vida diaria. Para ello, se contó con dos grupos de investigación, uno control y otro experimental. A este último, se les sometió a unas sesiones de rehabilitación pautado diferente al tratamiento de terapia ocupacional diario, realizado hasta la fecha.
El estudio se inició con 33 pacientes, seleccionados con los siguientes criterios de inclusión: personas con ictus, con edades comprendidas entre 40 y 85 años, que tuvieran dos sesiones mínimas de Terapia Ocupacional a la semana y que sus puntuaciones en los test utilizados para el estudio estuvieran dentro de unos parámetros establecidos. Los test utilizados fueron FIM, Fulg-Meyer, Melsbroek, Messulam. Los ítems medidos, fueron el vestido, aseo, transferencias, marcha, escaleras, dolor, sensibilidad, control postural y atención. Entre los seleccionados había más hombres que mujeres, más afectados del hemisferio derecho, con niveles de formación medio-alto y la media de evolución era de más de dos años.
Tras la selección aleatoria de grupos, se inició, en el grupo experimental, el tratamiento basado en proporcionar experiencias sensoriales principalmente a nivel propioceptivo, vestibular y táctil de forma repetida, sistemática y controlada siguiendo una sesión tipo marcada en el protocolo de investigación. Este proceso se repitió durante 12 semanas a razón de una sesión semanal, tras la que se realizaba un registro observacional por parte de las terapeutas ocupacionales, quienes recogían información sobre lo que refería el paciente y sobre lo que se apreciaba clínicamente en la práctica.
Finalizado el proceso clínico del estudio, concluido por 22 de los 33 pacientes, se pasó a realizar la estadística mediante pruebas paramétricas, debido al número de participantes en el estudio. Se pudo comprobar que, partiendo de dos grupos muy equitativos en sus puntuaciones iniciales en los test, al final del ensayo había diferencias significativas en cuanto a sensibilidad y actividades funcionales a excepción de las escaleras. A nivel cualitativo, con los resultados observacionales, comprobamos que en el 80% de los pacientes se repetían los mismos datos. Así, destacamos que tenían mejor conciencia corporal, referían notar más su lado afecto y lo integraban, regulaban tono durante las sesiones, disminuían su empuje, su postura era más simétrica, mostraban más sus sentimientos y referían encontrarse más activos.
Por todo lo expuesto con anterioridad, y siendo conscientes de que habría que ampliar muestra para tener datos más potentes y significativos a nivel cuantitativo, el estudio nos permite afirmar algo que parecía obvio en la práctica clínica, pero de lo que no contábamos con datos basados en la evidencia clínica: aquellos pacientes que mejoran su esquema corporal y sus capacidades senso-perceptivas son capaces de percibir, modular e integrar de forma más adecuada los estímulos externos y dar respuestas más adaptadas, lo que les hace ser más independientes en las actividades de la vida diaria (AVD´s).
En la elaboración del estudio Relación del tratamiento basado en experiencias sensoriales con los cambios en el desarrollo de algunas actividades en pacientes con ictus dirigido por Clara Gómez-Elvira García ha colaborado durante dos años todo el área de Terapia Ocupacional de Centro Lescer, formada por Ana Almería Ramos, MªÁngeles Ramos Sancayo, Cristina Iglesias Dopazo y Gloria Girao Belastegui.
