El área de Terapia Ocupacional del Centro Lescer trabaja para la creación de una sala multisensorial. A través de los sentidos se recibe la información del entorno y se elaboran las sensaciones y las percepciones, éstas constituyen los procesos básicos del conocimiento. Enfrentándonos a estímulos sensoriales, vamos asimilando conceptos y acumulando experiencias.
A partir de las sensaciones y las percepciones se va formando la idea de movimiento y los procesos cognitivos superiores del conocimiento, la inteligencia y el lenguaje. Por esto, es conveniente estimular y facilitar la integración de la información sensorial, con el fin de mejorar las capacidades de las personas con daño cerebral adquirido (DCA).
«La primera percepción de la gente sobre los pacientes que sufren DCA, es que no se mueven, que sufren evidentes dificultades motoras. Dan más importancia al tema físico que a los deficit sensoriales y cognitivos, cuando, realmente, éstos son más relevantes. Podemos encontrarnos con personas con una afectación cognitiva que tengan movilidad para salir a la calle, pero que no sepan hacia donde tienen que ir porque no se orientan; si además les sumamos un problema perceptivo-sensorial, pueden ser conscientes de que se mueve pero no de cómo se mueven, explica Clara Gómez-Elvira, terapeuta ocupacional de Centro Lescer».
En Lescer, se pretende mejorar el abordaje rehabilitador con la ayuda de una herramienta terapéutica que conjugue la estimulación, la activación y la relajación, enfocadas a modular los estímulos sensoriales y facilitar una respuesta adaptativa correcta. Un espacio con materiales determinados, diseñados para que los usuarios estén expuestos a estímulos controlados, con el objetivo final de favorecer su nivel de integración sensorial facilitando así los aprendizajes básicos y abriendo puertas a relaciones más significativas. Un entorno dotado de elementos significativos, donde los pacientes exploren, descubran y disfruten del mundo de los sentidos proponiéndoles experiencias a nivel visual, vestibular, propioceptivo, auditivo, olfatorio, gustativo y/o táctil siempre relacionados con sus gustos, intereses, valores y roles.
Esta propuesta nace para trabajar con pacientes afectados por DCA, con graves alteraciones del sistema sensorial, cuya conexión con el entrono y la realidad está limitada.
«La sala multisensorial que queremos crear en Lescer está pensada para trabajar tanto con personas que están en un estado de mínima consciencia, como con otros que tienen un nivel de alerta mayor pero que en ellos persisten alteraciones senso-perceptivas que hacen que los estímulos más básicos que entran por sus sentidos se perciban, modulen o integren de forma incorrecta y no les permita dar una respuesta adaptada a las exigencias del entorno. Se encuentran ante dilemas como “si no sé dónde ni cómo estoy sentado, no puedo moverme con seguridad para hacer algo; no estoy seguro con mi propio cuerpo”. Pues bien, en la sala sensorial, lo que hacemos, es trabajar los sentidos más básicos, conectarlos entre sí y facilitar el medio para que los pacientes puedan llegar a hacer funciones más complejas”, explica Clara.
Las características de la sala pretenden fomentar la relación triangular entre paciente-terapeuta –ambiente, permitiendo una experiencia sensorial que provoque una respuesta adaptativa dentro de un contexto guiado por el terapeuta.
“Desde el área de la terapia ocupacional”, continúa Clara, “utilizamos las actividades de la vida diaria como medio para, trabajando sensaciones, llegar a desarrollar funciones. En pacientes en estado de mínima respuesta, el trabajo es algo distinto, comenzamos valorando todos los sentidos con una escala de respuestas básicas para encontrar una vía de entrada que nos permita establecer una comunicación, posteriormente seguiremos conectando sentidos hasta obtener una actividad consciente y según evolución, llegar de la actividad a la participación en tareas. Por ejemplo, si he visto que el paciente reacciona de forma adecuada ante estímulos auditivos concretos, puedo utilizar estos como medio para conseguir movimientos oculares, o trabajar el control cefálico y de tronco. Por eso la denominamos sala de estimulación multi-sensorial, porque se trata de aprovechar el sentido que nos da la vía de entrada para poder trabajar el resto de los sentidos», concluye Clara.
A grandes rasgos, los objetivos que se persiguen son:
- Ayudar a percibir, organizar, integrar e interpretar los estímulos recibidos desde el exterior por los diferentes sentidos.
- Dar pié a la organización somatosensorial.
- Facilitar la interpretación de experiencias sensoriales especialmente a nivel propioceptivo, vestibular y táctil.
- Provocar respuestas dirigidas y adaptadas a los estímulos.
- Proporcionar un espacio seguro y de confianza al paciente como medio para interactuar con el ambiente.
- Crear un espacio dónde trabajar la atención dirigida a actividades reales, propositivas y cotidianas.
Las Terapeutas Ocupacionales trabajan sobre el paciente con DCA desde las bases de la Terapia Ocupacional utilizando conocimientos de diferentes conceptos, modelos o técnicas, entre los cuáles se encuentra la Integración Sensorial, la Estimulación Basal o la Estimulación Sensorial.
En el Centro Lescer se aborda la situación de la persona con Daño Cerebral desde un enfoque holístico, siempre buscando la mayor autonomía y normalización de la vida de las personas afectadas y sus familias. Por ello siempre seguimos en la línea de innovar y adaptarnos a las necesidades de nuestros pacientes.
