La disfagia en el Daño Cerebral Adquirido.
Tras una lesión cerebral, pueden desarrollarse secuelas en diferentes estructuras cerebrales que conllevan trastornos muy diferentes. La disfagia es uno de ellos y hace referencia a la dificultad o la imposibilidad de tragar, lo cual puede acarrear numerosas consecuencias que van desde una incapacidad total para tragar, tos o incluso ahogo cuando los alimentos o líquidos entran en la tráquea (situación conocida como aspiración). Esto impide que la ingesta de alimentos y líquidos sea insuficiente y, por lo tanto, que pueda desarrollarse deshidratación y desnutrición por parte de la persona que lo sufre. Además, cuando la aspiración es frecuente, la persona puede correr el riesgo de sufrir complicaciones respiratorias graves, principalmente neumonía.
Los datos son claros al respecto: entre el 22 y el 80% de los pacientes que han sufrido un DCA, están en riesgo de padecer disfagia y, además, está presente en el 50% de pacientes con ELA, ictus, enfermedades neurodegenerativas y tumores de cabeza y cuello. En la mayoría de estos casos es necesario cambiar la dieta y, en todos, una rehabilitación logopédica.
¿Cómo repercute la disfagia en la alimentación?
Las personas que sufren disfagia se enfrentan a la difícil tarea de mantener una buena alimentación y disfrutar de la comida. Con la ayuda de especialistas en nutrición y el trabajo de logopedas se puede facilitar esta tarea, intentando conseguir que el paciente pueda alimentarse con total independencia.
Actualmente, existen tratamientos muy novedosos para conseguir que los pacientes recuperen el gusto por la comida. Uno de ellos es la utilización de la cocina molecular. Un grupo de logopedas del Hospital Universitario Central de Asturias está experimentando con la creación de nuevas texturas, muy frecuente en la alta cocina, pero que también puede ayudar a un paciente con disfagia. Por ejemplo, están probando un gel de callos, de fabada y otro de donut, alimentos que una persona con disfagia no podría comer en su forma normal y, de esta manera, podrían disfrutar del sabor de estos alimentos pero con una textura que les permita llevar a cabo un deglución satisfactoria.
La disfagia en la Sanidad
Aunque esta patología es de sobra conocida en la logopedia, su abordaje y tratamiento en el sistema de salud está empezando a llevarse a cabo recientemente de forma especializada, presentándose en muchos centros unidades de disfagia, compuestas por equipos multidisciplinares. Un diagnóstico temprano permite al paciente volver a comer con normalidad, evitar sufrir neumonías o desnutrición, y por lo tanto, al sistema sanitario un ahorro evitando ingresos o reingresos.
Fuentes: dialnet.unirioja.es, rtpa.es, dañocerebral.es