En Lescer queremos identificarnos como un centro de rehabilitación neurológica constantemente vinculado al estudio, desarrollo y empleo de técnicas y tecnologías punteras que puedan ayudarnos a llevar a cabo, de la mejor forma posible nuestros tratamientos y así, mejorar la atención a nuestros pacientes. Nuestra filosofía siempre se fundamenta en abordar, tanto las terapias y tratamientos, como los procesos de investigación y estudio, de manera transdisciplinar.
Siendo fieles a este procedimiento, desde el departamento de logopedia estamos empezando a integrar el ecógrafo como herramienta. Teniendo en cuenta que se trata de un campo por explorar, hemos comenzado a observar y analizar estructuras tanto orales como laríngeas que están relacionadas con actividades como la deglución y/o el habla.
Con el ecógrafo, al conseguir identificar, valorar y objetivizar estructuras relevantes, podemos realizar nuestros tratamiento con mayor seguridad y certeza ya que a través de esta herramianta podemos ver qué ocurre y si hay, o no, alguna desviación con respecto a la anatomía “normal”.
Para los terapeutas, de cara a realizar una buena hipótesis y un plan de tratamiento adecuados, es muy relevante conocer cómo el paciente participa, cómo desarrolla diferentes actividades, cuales son las funciones conservadas y/o alteradas pero también en qué estado se encuentran las diferentes estructuras implicadas en el desarrollo de todas estas acciones; y para eso, el ecógrafo es una gran ayuda.
Somos conscientes que el diagnóstico es una competencia médica de ahí que el uso que le damos al ecógrafo no sea ese. El único objetivo es de mejorar nuestros tratamientos y con ellos, la calidad de vida de nuestros pacientes.
La formación que reciben los logopedas, similar a la de los fisioterapeutas, se sustenta en unas extensas bases anatómicas, en el aprendizaje de la interpretación de las imágenes ecográficas “normales” y en la capacidad para observar alteraciones que sean significativas para el funcionamiento del paciente y que por tanto, son relevantes en el tratamiento.
Teniendo claro que se trata de una herramienta que nos permite objetivizar y ser más específicos a la hora de tratar al paciente podemos asociar su uso con las terapias manuales, con otras herramientas como la electro estimulación o técnicas más invasivas como la punción seca.
En cuanto a la terapia manual, podremos identificar que estructuras tenemos dañadas y valorar en qué grado dichas estructuras repercuten en las funciones que queremos trabajar, por ejemplo, podremos observar los suprahioideos e intentar correlacionar su estado con la fase oral de la deglución.
Por otro lado, también podemos usar el ecógrafo para objetivizar la acción de la electro estimulación, ayudándonos a la hora de colocar los electrodos de manera más precisa o a valorar los resultados pre y post aplicación.
En cuanto a la punción seca ecoguiada, por el momento aplicada por un fisioterapeuta acompañado de un logopeda, el ecógrafo se utiliza para aumentar la seguridad ya que el trabajo se desarrolla en estructuras situadas a nivel orofacial que están relacionadas con la deglución, con el habla o con la voz.
Nuestra investigación es pionera en el uso del ecógrafo en pacientes neurológicos. La dificultad reside en la observación e interpretación de las estructuras, que tratamos como logopedas, desde esta herramienta. Si la visualización de dichas estructuras en un paciente sano es compleja, la dificultad aumenta cuando nos encontramos con un paciente neurológico, donde la masa es diferente o la musculatura pierde tono, entre otras consecuencias. Debido a esta situación, para poder hacer una fundamentación y comparativas, nos apoyamos en publicaciones realizadas desde otras esferas como la otorrinolaringología, la dermatología, la fisioterapia o manuales de ecografía. Esto nos proporciona un conocimiento previo de las estructuras en pacientes sanos que posteriormente podremos comparar con las imágenes obtenidas en pacientes neurológicos y evidenciar diferencias que nos permitan localizar las zonas que queremos tratar de manera segura y más eficaz.
Esta es la parte más compleja de nuestra investigación y la que más horas de estudio requiere. Nuestros profesionales dedican tiempo al estudio de los cortes anatómicos de las estructuras orofaciales para conocerlos en profundidad e identificar perfectamente las imágenes ecográficas de tales estructuras. Toda esta investigación, análisis y trabajo culminará con la fundamentación teórica y científica que permitirá desarrollar un protocolo de uso del ecógrafo en estas estructuras.
EJEMPLOS:
Desde el área de Logopedia del Centro Lescer se está llevando a cabo este estudio e investigación. Paralelamente se está comenzando a utilizar el ecógrafo como soporte y herramienta en distintos tratamientos de pacientes neurológicos.
Se emplea el ecógrafo para intentar valorar en pacientes con disfagia el suelo de la boca y ver si realmente se puede asociar una imagen ecográfica con una musculatura menos móvil o incluso atrofiada.
Podemos emplear el ecógrafo en pacientes que sufren trismus en la articulación temporomandibular (ATM), en los cuales, no podemos observar que está pasando dentro de la boca. Con el ecógrafo si podemos ver y analizar, por ejemplo, cuanto se contrae la lengua.
El ecógrafo nos ayuda analizando el movimiento del diafragma. Para pacientes que tienen un tono muy bajo, nos fijamos en el diafragma, así en función de la posición en la que se encuentre, el diafragma se mueve de una posición u otra más o menos compensada. Esto podemos verlo con el ecógrafo y nos daría información que repercute en el tratamiento de la voz.