La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica crónica que afecta al sistema nervioso central, con mayor frecuencia en mujeres jóvenes. De hecho, se estima que las mujeres tienen hasta tres veces más probabilidades de ser diagnosticadas con EM que los hombres, y la enfermedad tiende a manifestarse de manera diferente debido a factores hormonales. Aunque la sintomatología es similar en ambos sexos, hay ciertos síntomas de la esclerosis múltiple en mujeres que conviene conocer para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Síntomas más comunes de esclerosis múltiple en mujeres jóvenes
Tanto en mujeres como en hombres, los síntomas más frecuentes de la esclerosis múltiple pueden incluir:
- Fatiga extrema: Es el síntoma más común de la esclerosis múltiple. Alrededor del 80% de las personas con EM experimentan una fatiga debilitante que afecta a sus actividades diarias. En el caso de las mujeres, esta fatiga puede agravarse durante el ciclo menstrual.
- Entumecimiento y hormigueo: Es común que aparezcan trastornos de sensibilidad en las manos, pies, piernas o en la cara, y suelen ser uno de los primeros síntomas detectables.
- Problemas visuales: La visión borrosa, la pérdida parcial de la vista en un ojo o los movimientos involuntarios del ojo suelen ser uno de los primeros signos de la esclerosis múltiple.
- Espasticidad: La rigidez muscular y los espasmos involuntarios, desde sensaciones leves de tensión muscular hasta espasmos severos y dolorosos, son síntomas también frecuentes, especialmente en las piernas, lo que puede afectar la movilidad.
- Problemas de equilibrio y coordinación: La EM puede afectar directamente a la capacidad de una persona para mantener el equilibrio. Además, la debilidad, la pérdida de visión y los problemas sensoriales provocados por la EM también pueden desequilibrar aún más a la persona.
- Dificultades cognitivas: La niebla mental, problemas de memoria y concentración son comunes en la EM, afectando la calidad de vida.
Otros síntomas únicos de esclerosis múltiple en mujeres
Ciertos síntomas de la esclerosis múltiple afectan exclusivamente a las mujeres. Estos pueden afectar a la evolución de los síntomas y su gravedad:
- Durante la menstruación. Aún es necesario investigar más al respecto, pero algunos estudios explican que es posible que los síntomas de la EM empeoren durante el ciclo menstrual debido a los cambios en los niveles hormonales. Las fluctuaciones hormonales pueden exacerbar la fatiga, el dolor y la espasticidad, lo cual pueden considerarse como síntomas de esclerosis múltiple en mujeres jóvenes.
- Embarazo y posparto: Durante el embarazo, especialmente en el segundo y tercer trimestre, se ha observado una disminución en la frecuencia de los brotes. Sin embargo, el riesgo de recaída aumenta durante los tres meses posteriores al parto, coincidiendo con la caída brusca de los niveles hormonales. Además, con el embarazo se pueden acentuar aún más algunos síntomas como la fatiga o los problemas de incontinencia.
- Menopausia: La disminución de estrógenos durante la menopausia parece agravar los síntomas de la EM. Sin embargo, es difícil distinguir si esto se debe al envejecimiento natural, a la progresión de la enfermedad o a la menopausia en sí misma.
- Cambios en el estado de ánimo: Uno de los síntomas de esclerosis múltiple en mujeres más habitual son los trastornos del estado de ánimo. Aunque estos problemas también se dan en hombres, algunos estudios muestran diferencias. Así, mientras la depresión es igual de frecuente en hombres que en mujeres con EM, la ansiedad sí que parece ser uno de los síntomas de esclerosis múltiple en mujeres más común.
- Trastornos sexuales: problemas para alcanzar el orgasmo, así como disminución de la lubricación y la sensibilidad vaginal.
Diagnóstico de los primeros síntomas de esclerosis múltiple en mujeres
La esclerosis múltiple puede ser difícil de identificar al principio, ya que sus síntomas son bastante variados y no siempre aparecen de la misma manera en todas las personas, ya sean hombres o mujeres. Existen algunas señales que, aunque no significa necesariamente que se trate de EM, sí que conviene prestarles atención y buscar consejo médico:
- Fatiga que no se va: Todos nos cansamos de vez en cuando, pero si sientes una fatiga intensa que aparece sin razón aparente y no mejora con el descanso, podría ser una señal de alerta.
- Hormigueos o entumecimiento: Puedes experimentar una sensación de hormigueo, como si tuvieses dormidas las piernas, las manos, los pies o la cara. Esto suele ser uno de los primeros síntomas que aparecen.
- Problemas con la vista: La EM puede afectar a los nervios que controlan los ojos, lo que causa visión borrosa, visión doble o incluso pérdida parcial de la vista en uno de los ojos.
- Dolor o rigidez muscular: Es posible que sientas espasmos, rigidez o una especie de calambre en los músculos, especialmente en las piernas. Esta sensación puede aparecer y desaparecer o volverse más intensa en ciertos momentos.
- Problemas para moverte o mantener el equilibrio: Si de repente te sientes más torpe de lo normal, te cuesta coordinar tus movimientos o te sientes inestable al caminar, podría ser una señal de que algo no va bien en tu sistema nervioso.
- Niebla mental: Cuando sientes que te cuesta pensar con claridad, te distraes con facilidad o te olvidas de cosas simples, hablamos de niebla mental. Todos tenemos momentos así, pero si se vuelve algo común, es mejor prestar atención.
La identificación temprana de estos signos característicos puede facilitar un diagnóstico más preciso. En el caso del diagnóstico de los primeros síntomas de esclerosis múltiple en mujeres, los cambios hormonales también deben tenerse en cuenta a la hora de evaluar la severidad y la frecuencia de los síntomas, ya que estos pueden influir en la presentación clínica.
Para el diagnóstico, se realizan pruebas de imagen como la resonancia magnética, además de una evaluación del líquido cefalorraquídeo para detectar signos de inflamación en el sistema nervioso central. Identificar la EM en etapas tempranas permite un tratamiento más efectivo y un mejor manejo de la enfermedad.
Por qué la esclerosis múltiple es más frecuente en mujeres que en hombres
La esclerosis múltiple, al menos en su variante más frecuente (remitente-recurrente), aparece de forma más frecuente en mujeres jóvenes de entre 20 y 40 años. El motivo por el que la esclerosis múltiple afecta más a las mujeres no está completamente claro. En general, las enfermedades autoinmunes, como es el caso de la esclerosis múltiple, suelen ser más frecuentes en mujeres que en hombres.
También existen investigaciones que relacionan los niveles de ciertas hormonas con la probabilidad de desarrollar esclerosis múltiple más o menos severa. De hecho, como hemos comentado, durante el embarazo, los niveles elevados de ciertas hormonas parecen proporcionar un efecto protector. Sin embargo, al reducirse los niveles hormonales tras el parto, se incrementa el riesgo de recaída. Esto nos sugiere una relación entre las hormonas y la actividad inmunológica.
Otro componente importante que puede explicar por qué la esclerosis múltiple es más frecuente en las mujeres son los factores ambientales que pueden actuar de manera diferente en los dos géneros. Recientemente, se ha descrito que la falta de vitamina D podría aumentar el riesgo de desarrollar EM, y varios estudios han demostrado que la influencia de la vitamina D en el sistema inmune y en la EM es más importante en las mujeres que en los hombres.
Tratamiento neurorrehabilitación de la esclerosis múltiple en Madrid
En Lescer, el tratamiento para esclerosis múltiple está diseñado para mejorar la calidad de vida y la autonomía de los pacientes. El equipo multidisciplinar de Lescer (formado por neurólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas y neuropsicólogos) trabaja de manera personalizada para abordar los síntomas físicos, cognitivos y emocionales, atendiendo también a las particularidades que puede presentar la enfermedad relacionadas con los cambios hormonales de las mujeres.
El objetivo es optimizar las funciones motoras, mejorar la movilidad, reducir la fatiga y adaptar el tratamiento a las necesidades únicas de cada paciente, ofreciendo un apoyo constante para enfrentarse a los síntomas y secuelas de la enfermedad.
Para más información sobre nuestros tratamientos especializados en neurorrehabilitación, no dudes en contactar con nosotros a través del correo electrónico administracion@lescer.es o llamando al 91 739 81 42, y te explicaremos cómo desarrollamos en Lescer el tratamiento neurorrehabilitador para pacientes con EM o con otras enfermedades neurodegenerativas.