Es relativamente común que las personas experimenten somnolencia o la necesidad de dormir mucho después de un ictus. Esta somnolencia puede ser parte de la respuesta natural del cuerpo a la lesión cerebral y al proceso de recuperación. A fin de cuentas, el cerebro necesita tiempo y mucha energía para tratar de resolver el daño cerebral causado por el ictus. Durante este proceso de curación, es posible que el cuerpo necesite dormir más de lo habitual para poder repararse.
Por tanto, dormir mucho después de un ictus no siempre puede considerarse como algo negativo, especialmente si esto sucede al comienzo de la recuperación del accidente cerebrovascular. Ahora bien, si pasado un tiempo la persona continúa con una hipersomnia, y esto afecta en exceso a su recuperación o impide practicar ejercicios de rehabilitación, entonces puede ser necesario considerar la opción de tratar este problema.
¿Cuáles son las causas de dormir mucho después de un ictus?
La hipersomnia, o somnolencia excesiva diurna, es la necesidad aumentada de dormir durante períodos prolongados (durante 10 horas o más), así como de realizar siestas diurnas prolongadas.
Después de un ictus, algunas personas pueden experimentar hipersomnia debido a diferentes causas:
- Fatiga cerebral
El daño cerebral causado por el ictus puede llevar a una fatiga cognitiva. La recuperación y la adaptación a las nuevas circunstancias pueden ser mentalmente agotadoras. Si, normalmente, el cerebro consume entre el 20 y 25% de la energía total del cuerpo, este porcentaje aumenta significativamente debido a una serie de procesos fisiológicos y reparativos que se desencadenan en respuesta al evento cerebrovascular. Un ictus, también conocido como accidente cerebrovascular, interrumpe el suministro de sangre al cerebro, lo que resulta en la pérdida de oxígeno y nutrientes en áreas específicas del tejido cerebral. Para compensar esta falta de suministro, el cerebro activa mecanismos de emergencia que requieren una mayor cantidad de energía, como la liberación de neurotransmisores y la excitación de las células cerebrales circundantes para intentar mantener la función neuronal.
- Cambios en el patrón de sueño
Es común que tras sufrir un ictus se den distintos trastornos del sueño, ya que el daño cerebral puede afectar a la regulación del sueño y al ritmo circadiano. Esto puede llevar a cambios en los patrones de sueño, como dificultades para conciliar el sueño, despertarse en mitad de la noche o, en algunos casos, una mayor necesidad de dormir durante el día.
- Medicamentos
Los medicamentos recetados para tratar las consecuencias de un ictus, como los analgésicos, relajantes musculares o medicamentos para controlar la presión arterial, pueden tener efectos secundarios que causen somnolencia.
- Depresión y ansiedad
Las personas que han tenido un ictus pueden experimentar cambios emocionales significativos, como la depresión y la ansiedad. Estos trastornos pueden afectar negativamente al sueño y causar fatiga.
- Lesiones físicas
Las limitaciones físicas causadas por un ictus, como la dificultad para moverse o realizar actividades diarias, pueden ser agotadoras y contribuir a la sensación de somnolencia.
- Trastornos respiratorios
Debido a la alta relación de los ictus con los trastornos respiratorios durante el sueño (apnea, etc.), estos problemas respiratorios podrían causar la hipersomnia durante el día.
Síntomas de hipersomnia tras un ictus
El principal síntoma de la hipersomnia tras un ictus es la necesidad de dormir durante el día, incluso después de haber dormido toda la noche. Pero también se dan otros síntomas que nos pueden hacer sospechar de la hipersomnia:
- Irritabilidad. La necesidad de dormir provoca en la persona irritabilidad e inquietud.
- Ansiedad. El estrés emocional y la ansiedad ante el hecho de tener que adaptarse a los cambios pueden contribuir a la sensación de cansancio.
- Disminución del apetito
- Cognición lenta, así como el habla. Esta dificultad para comunicarse y entender las conversaciones puede provocar cierto aislamiento social del paciente.
- Déficit de atención y problemas de memoria.
¿Cómo tratar la somnolencia excesiva después de un ictus?
El ictus cerebral produce daños en el sistema nervioso central, por lo que es posible alterar la actividad cerebral relacionada con el sueño, favoreciendo la aparición de nuevos trastornos del sueño o empeorando aquellos que ya existían antes de sufrir este accidente cerebrovascular.
Puesto que dormir mucho después de un ictus puede tener consecuencias en la morbimortalidad del paciente y retrasar su recuperación, conviene conocer si hay alguna causa subyacente que esté provocando excesivo sueño, como es el caso de los medicamentos, de una depresión o ansiedad, del síndrome de apnea obstructiva del sueño, etc. Por tanto, el tratamiento de la hipersomnia comienza por tratar la enfermedad que la produce.
También es adecuado tomar medidas en cuanto al horario y rutinas de sueño, manteniendo un horario fijo, tanto en la hora de acostarse, levantarse y el tiempo de siesta. También se puede recurrir a estimulantes suaves, como el café, en caso de hipersomnia leve. Cuando el problema es más grave, podemos recurrir a una medicación específica.
No debemos olvidar que el ritmo correcto del sueño-vigilia es un signo de buen pronóstico y de mejoría neurológica, por eso en el Centro Lescer prestamos especial atención a nuestros pacientes con el fin de conocer si después de un ictus duermen mucho, ya que es un dato que influye en su recuperación y en la evolución del tratamiento del daño cerebral adquirido que desarrollamos en nuestro centro.
En Lescer somos expertos en la rehabilitación de ictus y otras causas de daño cerebral adquirido (DCA). Contamos con un equipo especializado y transdisciplinar que nos permite combinar las técnicas más punteras y eficaces desde diferentes enfoques para abordar todas las necesidades a las que se enfrentan nuestros pacientes.
Si necesitas más información sobre los tratamientos que empleamos cuando un paciente tiene mucho sueño después de un ictus, así como de los programas de neurorrehabilitación para daño cerebral adquirido que desarrollamos en el Centro Lescer, contacta con nosotros a través de nuestro email administracion@lescer.es o del teléfono 91 739 81 42.
